Verticalidad + adrenalina
El rápel o rappel es una disciplina de montaña que se utiliza para salvar un desnivel pronunciado. A la vez, se ha convertido en una de las actividades más solicitadas por partes de los visitantes de nuestra web sierraextreme.net.
En esta actividad utilizamos una cuerda estática. ¿Qué es una cuerda estática? es la que tiene menos poder de absorción o impacto, es decir, se elonga menos. Tiene una duración mayor y una mejor respuesta en la abrasión. ¿Podríamos utilizar otro tipo de cuerda? Sí, podríamos utilizar cuerdas dinámicas para rapelar, pero tenemos que contar con el factor que la cuerda, en el modo de rápel que montamos nosotros, puede hacer que chiclee, se estire un poco más y no tengamos un control absoluto en el descenso. Mientras que con la semiestática o estática, esto no pasa, ya que la elasticidad de la cuerda de rápel es menor.
Además, de la cuerda estática o semiestática, solemos utilizar anillos de cintas o cintas planas para montar la reunión. La reunión es una serie de anclajes puestos en la roca y/o también se le denomina al hecho de colocar una medida de fortuna en un lugar seguro para descender. Ésta se suele montar con cintas y mosquetones, aunque alguna vez que otra se ha utilizado cuerda sobrante o cordino. Una de las características de la reunión, es su alto poder de aguante respecto a la fuerza que se ejerce. Por ejemplo, las chapas que están colocadas para este fin, pueden llegar a sostener hasta los 400kg cada una, y normalmente se ponen 2 o 3. Las cintas que forman parte de este complejo método de descenso, tienen un aguante de unos 2000 o 3000daN y los mosquetones tienen una resistencia de unos 25kN. Es harto complicado que cualquiera de los elementos que se presentan en la reunión se rompa.
Desde este punto, sale la cuerda por la que se rapela. Como ya dije, es una cuerda semiestática, más recia que las cuerdas de escalada y con mejor aguante a la abrasión. Ésta va anudada a los mosquetones con seguro de la reunión, los cuales quedan enfrentados. Además, en nuestro caso, colocamos un descendedor a modo de aseguramiento para que la persona que vaya a bajar no tema por una posible caída.
Esta forma de asegurar, permite que la persona que descienda el rápel vaya más libre, pero a la vez, con una seguridad súmamente alta. En caso de entrar en pánico, la persona que va bajando podría soltar las manos de las cuerdas, y dejar que el asegurador la bajase. Este hecho ha ocurrido pocas veces, y cuando ha pasado, los afectados, han vuelto a probar el descenso, realizándolo esta vez de manera autónoma, pero segura.
Bajamos
Bajar es sencillo, tan solo tienes que coger la cuerda con tu mano fuerte, es decir, si eres diestro con la derecha, si eres zurdo con la izquierda. Tu mano fuerte tiene que estar en todo momento en contacto con la cuerda y a la altura de la cadera o del culo. La función de esta mano es la de poner freno a la velocidad que se adquiere en el descenso, dejando correr con más o menos facilidad la cuerda.
Dispuesta la mano fuerte como freno, la otra mano se coloca por encima del descendedor. Éste suele ser un ocho, ya que es el más popular entre los elementos que nos ayudan a descender. Tenemos que tener una distancia prudencial entre la mano y el ocho, ya que si lo tuviéramos muy cerca, nos cogeríamos un pellizco.
La posición del cuerpo es fundamental para hacer un buen descenso. Éste, cuando esté en la pared, tiene que formar un ángulo de 90º, es decir, el tronco tiene que estar vertical, mientras que las piernas en horizontal. Las piernas tienen que estar abiertas, con una ligera flexión, y los pies casi a la altura del culo. Nunca flexionaremos en exceso las rodillas, ya que esto provocará que nos demos la vuelta, y nos quedemos cabeza abajo, con el riesgo pertinente.
El movimiento es sencillo. A pesar de haber visto continuamente en televisión como saltan por las paredes, eso lo dejaremos para los especialistas. Nosotros iremos bajando dando pasos cortos pero seguros. Realizando esto, tendremos una bonita experiencia llena de adrenalina.