Empezamos este puente con una ruta micológica, dónde los participantes pudieron recolectar amanitas caesareas, boletus aereus y macrolepiotas proceras. Nos hubiera gustado que los participantes en la actividad hubieran cogido más de estas especies, pero el tiempo de las setas está pasando, y empiezan a escasear.
Por la tarde estuvimos en una sesión de rápel. Estos valientes descendieron una pared de unos 15 metros. Esta pared es irregular y no es fácil bajarla, ya que hay muchos huecos dónde no puedes apoyar los pies. El entorno es espectacular, una vieja cantera de mármol abandonada, dónde también montamos las vías de escalada y la tirolina.
El sábado nos vestimos de espeleólogos. Visitamos una de las numerosas cuevas que están en la Sierra de Aracena. Esta se caracteriza por su origen kárstico, sus estrechas gateras y su piedra teñida de roja arcilla. Estuvimos más de hora y media haciendo fotos, y visitando lugares dónde pocos han estado.
Y acabamos este domingo escalando. Estos guerreros de roca, se han enfrentado a metros y metros de caliza, con diversos grados de dificultad, yendo desde la iniciación (IV+) y llegando hasta vías de escalada más serias (6a).
Queremos agradecer a todos los participantes en las actividades de este fin de semana el buen ambiente, la puntualidad y el respeto por el entorno que han tenido.
Sabemos que a veces podemos ser quisquillosos con las normas de comportamiento y de respeto por el medio que nos rodea, pero es la única manera de mantenerlo ideal para que todo el mundo pueda disfrutar de él.
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